Aumento de Combustibles en Argentina: Impacto Económico y Medidas Gubernamentales
Desde este lunes, los argentinos enfrentarán un nuevo aumento en los precios de la nafta y el gasoil, con un promedio de hasta un 4% en los surtidores. Este incremento, impulsado por ajustes fiscales y devaluaciones mensuales, refleja los esfuerzos del gobierno por controlar la inflación mientras enfrenta desafíos económicos significativos.
A partir del próximo lunes, los precios de la nafta y el gasoil experimentarán un aumento promedio de hasta un 4% en los surtidores argentinos. Esta suba responde a varios factores, incluyendo un incremento del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) desde julio, ajustes por la devaluación mensual del 2% y recientes aumentos en biocombustibles.
Según fuentes del sector de refinación, esta medida busca mitigar el impacto inflacionario al aplicar incrementos moderados, a pesar de que desde la asunción de Javier Milei, los combustibles han aumentado más del 110% en promedio. El ministro de Economía, Luis Caputo, ha diferido el aumento completo del ICL, que de aplicarse según lo programado, habría significado aumentos del 15% en nafta y 10% en gasoil solo por componentes impositivos.
El objetivo declarado es mantener un sendero de desinflación y aliviar la presión sobre los bolsillos de los consumidores, especialmente en un contexto de aumento de la pobreza y desempleo. A pesar de un ligero repunte intermensual en las ventas de combustibles, las cifras muestran un persistente descenso interanual, reflejando la caída en el consumo debido a las condiciones económicas adversas.
El gobierno también ha decidido postergar la indexación por inflación en las tarifas de luz y gas para julio, buscando no aumentar aún más la carga sobre los hogares argentinos en un momento crítico.
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